Perder No Impide Apostar

“Lo atroz de la pasión es cuando pasa, cuando al punto final de los finales no le siguen dos puntos suspensivos. Lo peor del amor es cuando pasa, cuando al punto final de los finales no le quedan dos puntos suspensivos…”
Joaquín Sabina.

Soy una eterna enamoradiza, aunque paradójicamente pretendía estar muy pendiente de la realidad y con los pies en la tierra. Digo paradójicamente, porque al caer en esa deliciosa condena del amor creo que todo es perfecto y nada puede arruinarme ese estado de estupidez en el que me encuentro.
Lo cierto es, que cuando aún no salía de mi etapa “todo es lindo”…comenzaron a aparecer los pequeños obstáculos en mi último cuento de hadas.

Como diría mi querido Joaquinito “Al amor lo pintan ciego y con alas. Ciego para no ver los obstáculos y con alas para salvarlos...” Mi amor fue ciego, si que lo fue, y creía que tenía alas, pues al menos intente darle una oportunidad a esa historia que parecía valer la pena. Triste fue regresar a la realidad y caer en la cuenta de que para mi pareja el amor era un simple “te amo”…jajaja…palabras más, palabras menos; una vez más me tope contra la pared.

El problema es el siguiente, ¿como hago ahora para mandar a este muchacho a la lista de promesas a olvidar?
Hace algunos días cansada un poco de escuchar los mismos sermones por parte de mis amigas (no me quejo, pero lo que predicaban, no era algo nuevo para mí), decidí conversar con un gran amigo, al que veo poco pero ayuda mucho, le contaba a él como me sentía en ese momento; sorpresivamente su posición era totalmente opuesta a la de mis chicas y entre risas y muestras de afecto me dijo: FORMATEA Y REINICIA. Es cierto, si un virus infecta a la PC, formatéala, hay que borrar todo lo que causa daño y luego darle un nuevo y mejor uso.

Varios meses atrás algún amigo me pedía consejos para superar un mal de amores, que ilusa fui al creer que mis palabras aliviarían en algo su desdicha. Espero al menos que mis consejos no hayan sido tan inútiles y de algo le hayan servido. Ahora que me toco a mí perder en el juego del amor, esa misma persona me repitió lo que yo le decía, wow! Que difícil poner en práctica mis consejos que no alivian en nada el dolor (creo que eso sólo se logra con el tiempo, no hay juez ni razón que me diga cuanto demorará), pero como escuché por ahí “Nadie siente el amor sin probar sus lágrimas, ni recoge rosas sin sentir sus espinas, ni logra la felicidad sin conocer la tristeza.”…el tiempo pasa la herida se cierra y se marcha.

En fin, perder esta vez no me impedirá apostar nuevamente, cuándo volveré al juego?…eso no lo sé; pero supongo que el día que lo haga tendré algo de recursos extras bien guardados en la caja fuerte, no pienso volver a arriesgarme sin tener un buen respaldo jajaja…nadie quiere quedarse en banca rota…verdad?